¿Cuáles son los aspectos de la cutura de tu país o tu región que mas te enorgullecen? Cómo puede la juventud aprovechar estos aspectos culturales para crear un futuro mejor?
Renovación y
revolución por una cultura colaborativa y vanguardista
Cultura: 1. Cultivo. 2. Conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico. 3. Conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc. 4. Culto religioso. (Diccionario de la Real Academia Española).
La palabra cultura es una de esas
palabras que, a pesar de tener un significado etimológico de gran similitud en
todas las lenguas, adquiere significado por sí misma en función del contexto.
Todos sabemos lo que es la cultura, pero no todos sabemos lo que nuestra
cultura representa, o cuáles son los valores más fuertes que la definen. Lo
cuál es de entender pues cada país tiene su propia cultura, pero a su vez cada
región dentro de cada país tiene su propia cultura, e incluso cada formación
familiar posee características culturales específicas.
Si tuviese que elegir algún
aspecto de la cultura española del que estar orgulloso, optaría por elegir el
hecho de que la cultura española en su conjunto es una cultura con gran
reconocimiento y fuerza a nivel europeo y a nivel mundial (dejando al margen
las razones y connotaciones positivas y negativas de que esto sea así). El
simple hecho de que una persona de cualquier otro lugar del mundo pueda tener
una referencia en su mente a la
que acudir cuando escucha la palabra “España”, para mí es un motivo de orgullo.
Tal vez sea nuestro carácter afable, tal vez la idea de la buena vida que
aparentemente tenemos en mi país, o nuestras fiestas populares, nuestro arte y
nuestra música, o tal vez nuestra calurosa sangre y rasgos mediterráneos.
Incluso algunos se atreven a hablar de los festejos taurinos como representación
cultural de España.
La cultura con la que se asocia a
cada país supone en mi opinión una representación de todo ese conjunto de
pequeñas culturas encerradas entre fronteras políticas. El fruto de un
conglomerado cultural con rasgos comunes motivados por la convivencia y
cercanía a lo largo de la historia. Y en estos conjuntos culturales que
representan a cada Estado se encuentran todo tipo de tradiciones, tanto
antiguas como modernas, las cuales se han ido acumulando a lo largo de los
siglos sin una revisión previa, guardadas en esos “cajones de la cultura” que
cada país posee y que a menudo se encuentran apolillados.
El Mundo vive hoy un momento de
renovación y revolución global, el fin de un ciclo y el comienzo de otro nuevo
cuyos resultados no podemos preveer pero sí tratar de encauzar de la mejor
forma posible. Uno de estos cambios debe afectar al terreno cultural. En los
últimos años, especialmente motivado por la situación de la crisis, España ha
sido un despertar de diferentes formas culturales y movimientos sociales que
para mí, personalmente, forman parte de mi cultura. Pues la cultura es más
cultura cuando la vives que cuando te la cuentan. El día en que seamos
consciente de esto y dejemos de mantener culturas antiguas como partes de
nosotros menospreciando al mismo tiempo nuevas formas culturales, entonces
podremos empezar a construir un futuro mejor. Y con esto no hablo de renegar del pasado. La cultura del
pasado hace que seamos lo que somos, aportó en su momento una inyección
“cultural” que aún perdura en nuestro interior y que es la base de la cultura
presente y futura. Pero basta de llevarla por bandera. Se tiende a entender la
cultura como parte del pasado, cuando es algo que está en continuo nacimiento. Por
ello debemos saber apreciar las mentes jóvenes antes de que alcancen un
carácter póstumo. Debemos dar valor a la innovación juvenil, dejar de esperar a
que el futuro las convierta en cultura dándoles ese valor desde ahora.
A su vez, se debe impulsar el sentimiento de conjunto, pues la cultura al fin y al cabo tiene sentido cuando se aplica y desarrolla en la sociedad. Y la colaboración joven será fundamental. Desde las escuelas se debe impulsar la idea
de individuo como cabeza pensante, colaborativa, potencial, pero sin caer en la
idea del elitismo. Vendiendo una ambición individual cuyo objetivo sea una
mejora del conjunto: crecer uno mismo para hacer crecer a los demás.
Vivimos unos tiempos en los que
la mayor parte de la juventud ha perdido la ambición. Y por ello hay que
encender la mecha de la innovación. Si todos innovamos al mismo tiempo, los
logros serán aún mayores. No podemos permitir que los grandes avances del
pasado que nos hicieron ser lo que somos se queden estancados en un progreso que
ha dejado todo el carácter social a un lado, basándose en un progreso
tecnológico, material, inhumano, vacío en espíritu. Hablo por lo tanto de una
vuelta a la cultura como corriente artística, ideológica, social, como una
forma de pensar y de vivir que ande a medio camino entre lo racional y lo
sensitivo, que peque de humana en sus errores y que en ellos base su mejora y
progreso.
Es el momento de una revolución
cultural basada en la renovación y en la colaboración de todos. La
deshumanización de las personas está llevando a una pérdida de la cultura, y la
pérdida de la cultura será el primer paso hacia la pérdida del respeto y por lo
tanto de la estabilidad social. No dejemos que esto ocurra, pues la cultura ha
sido la base del hombre desde nuestro origen, y si esta se acaba...
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