El
peso del comunismo rompió los huesos de un país que ya había aguantado
suficiente como para seguir resistiendo y provocó un sufrimiento del que
todavía necesitan purgarse, a pesar del gran avance que ya puede palparse en
sus calles y en sus gentes. No obstante, aquel largo parón social y cultural no
se solventa de la noche a la mañana, y mucho menos cuando las principales
carencias afectaban a necesidades básicas. Es por ello por lo que ahora es
cuando Polonia, que ya ha superado ese primer escalón, empieza a vestirse de
color, a permitirse ciertos lujos y sobre todo a explotar el potencial artístico-social
que tantos años permaneció latente esperando su momento.
En Łódź
se siente ese pulso, y se siente de una manera especial. Su pasado como
principal ciudad industrial de Polonia ha dejado en ella unas infraestructuras
envidiables. Viejas fábricas de ladrillo rojo con unos acabados exquisitos que
en el pasado no fueron más que paredes en las que albergar a la clase obrera y
que hoy suponen, a pesar de su abandono y al menos a mi parecer, maravillas
arquitectónicas. Un parecer que creo compartir con los avispados empresarios
que en los últimos años han comprado algunas de esas fábricas para convertirlas
en apartamentos de lujo, lofts, oficinas o centros comerciales. Manufaktura
es el escalafón de todo ello. El centro comercial más impresionante que jamás
haya visto. Una antigua fábrica en la que llegaron a trabajar más de 6000
personas y que perteneció a Izrael Poznanski, uno de los empresarios judíos más
ricos de Łódź cuyo poder se puede comprobar visitando el palacete en el que
residía o el enorme panteón en el que fue enterrado en el cementerio judío Cmentarz
Zydowski. Pero sobre todo puede verse en ese conjunto de edificios de gran
belleza que hoy ocupa Manufaktura. Un enorme patio central ajardinado, zona de
bares y restaurantes, hoteles, tiendas, museos, salas de exposiciones, una
ciudad del cine… Parece más una pequeña aldea comercial que un simple edificio
con tiendas. Pero nada mejor que verlo
en fotos (o en persona) para hacerse una idea.
El arte urbano no podía faltar en un lugar así. Esta ciudad luce unos graffitis al más alto nivel berlinense, lo que la envuelve aún más en un ambiente alternativo e innovador, en una cultura underground, en un foco de creación. La escuela de diseño y fotografía más famosa de Polonia se encuentra en Łódź, como no podía ser menos. Y a este factor se suman los variopintos cafés que comienzan a proliferar, locales de diseño, galerías de arte, discotecas, restaurantes... La calle Piotrkowska es la arteria principal del centro de la ciudad, con más de 4 km de extensión en los que se concentran las principales atracciones.
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