viernes, 8 de marzo de 2013

Hoy me siento europeo


Hace a penas unas horas este texto habría sido muy diferente.  Digamos que mi llegada a París ha sido algo accidentada, aunque he decidido tomármelo con humor. Primero LOT Airlines me pierde la maleta, me tiene más de 24h sumido en la angustia de pensar no solamente en que iba a pasar una semana en París sin ropa, sino que toda mi ropa iba en esa maleta y el invierno polaco me espera en unos días. Afortunadamente cuando he llegado a FIAT Jean Monet, edificio dónde CaféBabel nos aloja durante los días que dura el workshop, la maleta estaba esperándome.

A las 5:30 de la tarde he entrado a la habitación con la intención de darme una ducha rápida para despejarme y estar a las 6 en recepción para el meeting inicial. Pero cuál ha sido mi sorpresa cuándo al intentar salir del baño la puerta no se abría. Tal cual. Me he dado gracias a mi mismo por no padecer de claustrofobia y después he empezado a aporrear la puerta durante más de media hora hasta que finalmente un alma caritativa se ha decidido a bajar a recepción para decir que alguien en la habitación 615 necesitaba ayuda.

A partir de ahí todo ha ido sobre ruedas. Más de 30 periodistas de diferentes nacionalidades reunidos en París para hablar de lo que nos gusta. ¿Podría ser mejor? Esta experiencia acaba de empezar y ya tengo la sensación de que va a ser única en mi vida (aunque deseo que sólo sea la primera de muchas). Tener la posibilidad de estar en contacto con gente con gustos e ideas iguales a las mías, poder discutir sobre temas que a todos nos interesan, compartir ideas, recibir consejos, ampliar conocimientos, romper fronteras… SPEAK UP!

“Hoy llevo a Polonia por bandera, a España en el corazón y a Europa en la mente”. Así es como resumiría mi estado vital actual, y en base a ello me vendo como persona. Vivir en Polonia me está dando mucho, y hoy he sabido que esa ha sido una de los principales razones por las que me han seleccionado para participar en el workshop (soy el español de Polonia). A día de hoy no imagino mi vida sin la influencia de ese país y de Europa del Este en general. Ha llegado un punto en que siento cierto patriotismo polaco, incluso más del que jamás llegaré a sentir por España a pesar del cariño que le tengo.

Y si hay algo que me ha dado aún más, eso es el inglés. Nunca había sentido su usabilidad tan fuerte como la he sentido hoy. Que un grupo de personas de países tan variopintos podamos estar charlando de mil cosas en una misma lengua me parece tan increíble. Aquellos que en el pasado se esforzaron en buscar en el esperanto la unión de lenguas estarían orgullosos al ver cómo hoy en día el inglés se extiende a pasos agigantados.

Ya he tenido la posibilidad de hablar con los principales redactores de Café Babel que hay por toda Europa y estoy sufriendo un cierto enganche a ello. No tenía una idea muy clara de en qué consistía Café Babel, aunque ahora sé que se trata de una red de voluntarios que se sirven de ayudas europeas para sacar adelante iniciativas como esta y dar con ello un impulso al periodismo participativo y a la interacción entre personas de diferentes países europeos.

Os iré contando cómo se desarrollan los talleres en cuanto empecemos. 

Au revoir. 

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