jueves, 6 de junio de 2013

Riga


Cada día que paso viajando me entran más ganas de seguir haciéndolo. Me encantaría coger una mochila y pasarme un par de años recorriendo mundo, de pueblo en pueblo, de ciudad en ciudad, de país en país... visitando esos rincones que no aparecen ni en los mapas. No obstante mis planes de futuro no me perdonarían dos años de ausencia por lo que por ahora me conformaré con este maravilloso año Erasmus recorriendo Europa entera y con los próximo viajes esporádicos que vaya sacando de la manga. 

Letonia es un país un tanto curioso. Siempre imaginé que Estonia, Letonia y Lituania eran muy parecidos, aunque sólo fuese por la rima de sus nombres. Pero, sin embargo, las diferencias son enormes lingüísticamente, históricamente y económicamente hablando. En Letonia viven en torno a 2 millones de personas de las cuáles sólo el 60% de la población son letones. El luteranismo es la principal religión del país debido a la influencia de Suecia durante su ocupación en el pasado, aunque la fuerte presencia de población rusa y su actual influencia en el país hace que la iglesia ortodoxa tenga también un importante número de fieles. De todas formas, la religión está en un segundo plano, las iglesias sólo se llenan en fechas señaladas y ya hace años que la asignatura de religión desapareció del currículum académico de los colegios. 

Durante mi visita a Riga he estado acompañado por Aiga, una periodista letona a la que conocí en París durante el workshop "Speak Up" organizado por CaféBabel. Un escalofrío recorre mi cuerpo cada vez que coincido en algún lugar diferente del mundo con personas a las que conocí anteriormente en otros lugares. En esos momentos me doy cuenta de lo pequeña que es La Tierra en ciertos aspectos. Aiga trabaja como freelancer centrando su trabajo en el periodismo musical, aunque actualmente escribe sobre muchas otras cosas para poder seguir viviendo del periodismo. Tuve la oportunidad de alojarme una vez más en uno de esos típicos bloques comunistas en los que la decadencia del pasado se aferra a cada rincón con resistencia a irse (foto de portada - Aiga en la puerta del edificio). 

El día 1 de junio fueron las elecciones municipales de Riga. Los resultados en estas elecciones suelen tener cierta relevancia a nivel nacional pues la mayor parte de la población de Letonia vive en la capital. Los partidos políticos en Letonia podrían dividirse en dos grupos: nacionalistas y pro-Rusia. La influencia política de Rusia, a diferencia de lo que ocurre en Lituania o en Estonia, es muy fuerte en Letonia, donde actualmente gobierna un partido de tendencia Rusa. Esa influencia se basa principalmente en un impulso a las inversiones de empresarios rusos en el país y en el uso de la lengua rusa en la Administración. Aiga me contaba que la crisis en el país se refleja en el "social gap" que existe entre la gente muy rica y la gente muy pobre, lo cuál se ve aumentado por las inversiones de esos empresarios que ya no sólo proceden de Rusia sino también de Suecia, Finlandia, América u otros países Europeos que deciden abrir sedes de sus empresas en Letonia ya que esto les permite un abaratamiento de costes en cuanto a pago de impuestos principalmente. Esto hace que se esté creando una especie de oligarquía económica con gran poder adquisitivo que cada vez se aleja más de las clases medias y bajas cuyos sueldos no suelen pasar de los 700€ en un país en el que la inflación se ha notado bastante desde su entrada en la UE. 

Un partido pro-ruso ganó finalmente las elecciones, aunque sólo el 35% de la población acudió a las urnas por lo que los resultados son más bien un reflejo del desinterés político de la gente. Tuve la oportunidad de visitar un colegio electoral y sacar algunas fotos allí. La organización es bastante similar a las elecciones en España, el único detalle que me sorprendió fue la enorme bandera letona que preside la urna donde se introducen los votos y que todos miran al dejar la papeleta como si de una jura de bandera se tratase. 

La ciudad es muy agradable, aunque el tiempo ayudó bastante a que lo fuese. Pude pasear en manga corta, recorrer una zona de la ciudad donde la arquitectura de estilo "Art Noveau" tiene su máxima expresión (entre las calles Elizabetes Iela y Antonijas Iela), ver el atardecer desde la Academia de las Ciencias de Riga (primer rascacielos de Riga de corte ruso contruído durante el comunismo y que tiene la misma estructura que el "Palacio de la Cultura de Varsovia" - regalo de Moscú durante la ocupación-), visitar el Mercado Central, uno de los más grandes y antiguos de Europa, pasear pos sus parques, visitar algunas iglesias y todo el resto de "turistudades" que se deben visitar y que podéis encontrar en cualquier guía.  


Una de las mejores partes de la visita vino mientras visitábamos la zona de Andrejsala, una pequeña península en la orilla derecha del río donde se reúne el ambiente más alternativo y underground de la ciudad, con terrazas donde descansar y tomar algo durante el verano y ver el amanecer sobre el río. Allí encontramos de imprevisto una Rave dentro de un barco abandonado que habían convertido en un espacio de arte y cultura conocido como "Kraft". 



Y seguido de estos asistimos a un concierto gratuito del Dzelzs Vilks, el grupo de rock más famoso de Letonia que ya ha cumplido más de 20 años. 


El último día hubo tiempo incluso para tomar el sol!! 





1 comentario:

  1. Hola Cesar !! Te leí en la Revista Anfibia y de ahi pude conectar con tu blog, que por cierto es interesante. Gracias por esta nota.
    Saludos !! Rocío.

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