viernes, 7 de diciembre de 2012

Tren D341 Budapest - Beograd



Acabo de llegar a Belgrado, son las 7:30 de la mañana y un increíble amanecer me da la bienvenida. El trayecto del tren se suponía de 6 horas, pero se ha alargado a 8 con la buena suerte de que eso me ha permitido conocer a Dejan Vukovic, el tipo con el que he compartido compartimento en el tren, valga la redundancia, durante parte del trayecto. Pasadas las 6 horas que supuestamente tardaría en llegar a Belgrado me entraron los nervios al ver que no llegaba, así que pregunté con inseguridad y poca esperanza a aquel hombre que estaba sentado frente a mi la principal cuestión: ¿hablas inglés? (Preguntar si hablaba español era demasiado atrevido) Su afirmación ha deparado en 2 horas de intensa conversación sobre la economía, la política y la vida en Serbia durante la guerra y en la actualidad, unos temas tan interesantes que no me he podido resistir a su invitación de tomar un té con limón en la estación tras la llegada.

Tiene 38 años y vive en una ciudad al norte de Serbia, cercana a la frontera con Hungría. Viaja a Belgrado para recoger el visado que en 4 días le abrirá las puertas a Brasil durante dos meses. La principal razón de su viaje: huir de este frío insoportable. Vivió la guerra desde el ejército ya que por entonces aún existía en Serbia el servicio militar obligatorio (ya no), y justo coincidió con que tuvo que hacerlo en aquellos años. Afortunadamente no participó en ningún conflicto armado, aunque sí sufrió las consecuencias de la guerra.

Después de aquello se trasladó a Belgrado, donde comenzó sus estudios universitarios en Administración y Dirección de Empresas. “I´m a manager”, dice él. Algo de lo que ahora se arrepiente, pues le es imposible conseguir trabajo en ese sector.

Durante los 76 días del bombardeo a Belgrado que tendrían lugar más adelante, en 1999, él se encontraba en la ciudad. Me contaba que solía jugar al ajedrez todas las tardes en una sala de ordenadores de su universidad. A través de Yahoo hablaba con gente de otras partes del mundo, y uno de aquellos días le preguntaban que cómo era la vida en Belgrado. Justo entonces estaban cayendo bombas a escasos cien metros de su universidad, y la gente alucinada cuando se lo contaba. “Destruyeron la embajada de China que estaba justo al lado de mi universidad, y luego decían que fue un error, pero yo no me lo creo. China apoyaba a Serbia y por eso lo hicieron”.


Aprendió inglés viendo películas durante su adolescencia. Una vez intentó hacer un curso, pero vio que no aprendía nada, así que continuó aprendiendo por su cuenta y he de decir que tiene un nivel bastante avanzado. Ahora se está planteando comenzar a aprender alemán para ir allí a buscar trabajo en su área, ya que le es imposible encontrar algo en Serbia. Le he preguntado que si no se ha planteado crear su propia empresa, y me ha dicho que antes se gasta el dinero en viajes a Brasil que en crear una empresa en Serbia: “aquí el nivel de corrupción es muy alto, muchas manos de por medio queriendo llevarse algo. El nuevo gobierno que ganó las elecciones este año parece que ha mejorado la situación en los últimos dos meses, pero queda mucho por hacer. Yo apoyo a los demócratas, aunque no ganaron, y el partido en el gobierno es un partido radical, pero he de reconocer que están haciendo las cosas bien en ese aspecto”. Por ahora se conforma con ganar dinero con sus cosechas de maíz y disfrutar los próximos dos meses de unas calurosas vacaciones en Brasil.



Stefan, el couchsurfer que me va alojará estos dos días que voy a pasar en Belgrado, me ha recogido en la parada del tranvía número 9 justo en frente de su casa. Vive en un enorme apartamento en los alrededores de Belgrado, con unas estupendas vistas de la ciudad.


Y ahora os dejo, voy a dormir un par de horas antes de comenzar a visitar Belgrado.

1 comentario:

  1. Hope u have a great time.
    & that you are taking so many photos of places that I've never been.

    see u soon.

    Agata(WSUS)

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