miércoles, 29 de mayo de 2013

Vilnius


No sé muy bien cómo definir Vilnius. Diré lo mismo que les digo a todo los lituanos que me preguntan, "es más ordenado de lo que me imaginaba". Tras recorrer varios países ex-soviéticos en los que el paso del tiempo parece ir más despacio, vine a Lituania queriendo conocer cuál era la situación aquí. Polonia en general empieza a estar bastante europeizada en este aspecto, pero Vilnius ha sido toda una sorpresa. Calles impolutas, transporte público más que puntual, gente bastante abierta y modernizada (al menos exteriormente). Paseando por sus calles se puede observar perfectamente su intento de romper con el pasado. Una de las couchsurfers me decía que la gente de Lituania suele sentirse superior por ejemplo a la gente de Letonia o de Polonia, e intentan mostrarlo como pueden. 


La Segunda Guerra Mundial causó bastante estragos en este país, no tanto a nivel destructivo sino a nivel de víctimas. Antes del inicio de la guerra, Lituania se caracterizaba por su mezcla cultural y religiosa con presencia de minorías étnicas rusas, alemanas, turcas (hubo un tiempo en que el territorio de Lituania alcanzaba hasta el mar Negro) y especialmente judíos. Estos últimos suponían una parte importante de la población, algo que aumentó considerablemente a causa de los muchos judíos procedentes de otras zonas de Europa que buscaron refugio allí tras iniciarse la guerra. Las tropas alemanas entraron en el país en 1941 y hasta 1944 acabaron con la vida de 200.000 judíos, en torno al 90% de su población. Esta, sumado a las repatriaciones de alemanes y judíos y a las deportaciones durante el periodo soviético ha provocado que la población de etnia lituana haya aumentado en los últimos años en detrimento de esas minorías.

A día de hoy Lituania es un país católico mayoritariamente. En una de las colinas que hay en torno a Vilnius hay una escultura de tres cruces blancas en memoria de los 3 peregrinos que llegaron al país con el objetivo de cristianizarlos y que fueron asesinados nada más llegar. Lituania fue uno de los últimos países de Europa en convertirse al catolicismo, algo que me decían con orgullo mis CS. Además, la religión ocupa aquí un segundo plano, lo cuál se puede ver perfectamente viendo el estado en que se encuentran sus iglesias, muchas de ellas prácticamente en ruinas, y la escasa gente que va a la iglesia durante la misa, algo inimaginable en Polonia por ejemplo. Estuve preguntando sobre la presencia de la religión en las escuelas, y me dijeron que hay la posibilidad de escoger esa asignatura únicamente durante los primeros años de escuela primaria. 

Hubo un tiempo varios siglos atrás en que Lituania y Polonia formaban un mismo país, algo que sería un simple hecho puntual. Aunque, tras la Primera Guerra Mundial, Polonia ocupó parte de los territorios de Lituania pasando Vilnius a ser una de las principales ciudades polacas, aunque la influencia cultural no sería muy grande. No obstante, aún hay polacos que consideran Vilnius como parte de Polonia, lo cuál irrita extremadamente a los lituanos y hace que su relación con los polacos sea poco amigable, algo que también ocurre con los rusos, aunque por otros motivos más que evidentes. 

El arte urbano y los movimientos culturales tienen un fuerte tirón en Vilnius hoy en día. Existe un barrio bohemio/cultural llamado Uzupis en el que incluso tienen creada su propia "constitución" en la que se marca la forma de vida del barrio, donde hay multitud de tiendas de diseño, restaurantes y rincones con gran encanto.













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